Vagones

Ibán de León Santiago


I
Porque todos los viajes anuncian el regreso, y hora tras hora un esqueleto se quiebra en los andenes. Las vías también dicen tu nombre; oh corredor donde los grillos laten interminablemente: la muerte en el vacío es la penumbra.

II
Los vagones crecen bajo el agua. Mi padre, el maquinista, tiene los ojos de Neptuno y manos carbonizadas que no tocan. Al nacer ya somos el silencio o la palabra íntima del viaje.

III
Tu piel es el desierto. Hay un andar monótono que fluye. Tocarte es conducirme por el mundo y hallar en tu quietud todos los viajes.



[Texto publicado en Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos ―Año II, N° 76, Dom 05/Ene/2014―, suplemento cultural del Comité Melendre en EL SUR, diario independiente del Istmo, publicado originalmente en Istmo Autónomo ―hoy Revista Guidxizá― Año I / Nº 5, Marzo-Abril de 2005. Se autoriza su reproducción siempre que sea citada la fuente.]