Lágrimas de alegría. Recibe Cachimbo a sus cuatro ingenieras solares

*El pueblo entero salió a recibir a las mujeres que electrificarán su comunidad

En México era domingo 16 de marzo. En la República India ya estaban el lunes. Ese día salieron desde el otro lado del mundo ―literalmente― las cachimbeñas ahora conocidas como las “abuelas solares”. Venían de vuelta desde la institución que las cobijó por cinco meses, el Barefoot College o Universidad Pies Descalzos.

Desde febrero, los días les pasaban lentos. Contaban las horas para retornar a su pescadería, enclavada entre el Mar Muerto y las aguas bravas del Océano Pacífico; donde se come camarón fresco todos los días.

La travesía duró seis días, debido a que cumplieron con una apretada agenda desde la Ciudad de México hasta el municipio de Juchitán de Zaragoza. Dieron charlas, inauguraron una exposición fotográfica, participaron en una entrevista radiofónica y una televisiva. Vieron un documental acerca de su caso, preparado por TvMelendre y finalmente salieron de Juchitán a Cachimbo el viernes 21 de marzo, precisamente el día del equinoccio de primavera.

Una hora y media duró el trayecto de La Gloria a Cachimbo. La lancha que trasladó a las mujeres y a los acompañantes (incluyendo a varios periodistas) iba conducida por dos de los esposos de las “abuelas solares”.

A las 12.30 del día el pueblo estuvo a la vista. La emoción en las visitantes era notoria. Miraban su comunidad después de cinco meses de ausencia. Querían que la embarcación fuera más aprisa. Por las condiciones del lugar, fue imposible que la lancha siguiera avanzando. Se acercaron unos cayucos por ellas, y lograron acercarse 100 metros más.
A una corta distancia de la playa, todos descendieron al agua. Norma Guerra, Olga Lilia Pimentel, Rosa Elvia Hernández y María Aidee López se aceraron juntas a recibir el cariño de sus paisanos.

Los niños estaban parados con el uniforme escolar. Las mujeres del pueblo ataviadas de traje de gala, con hermosas flores en sus huipiles. Las recién venidas, hábiles en la construcción de equipos solares sofisticados, llevaban ropa a la usanza india. 

Cuatro arcos de palma separaban la playa del modesto edificio de la agencia municipal. Cada una cortó un listón, para transitar debajo de dichos arcos. Después se sentaron en la mesa del presídium donde una por una dirigió palabras de agradecimiento al público. El evento concluyó cuando los integrantes del Comité Melendre dijeron a la comunidad “La primera etapa del proyecto de electrificación de Cachimbo ha concluido satisfactoriamente. Misión cumplida”.


[Nota publicada en Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos ―Año II, N° 86, Dom 30/Mar/2014―, suplemento cultural del Comité Melendre en EL SUR, diario independiente del Istmo. Se autoriza su reproducción siempre que sea citada la fuente.]