¡No le aunque! (¡No importa!)

25- IX- 99
José M. Torres, Chechito


Si caigo por acá, 
llévenme a Juchitán.

Déjenme en la entrada del pueblo.
Conozco las calles. 
Encontraré la esquina 
donde está la casa en que nací.

Subiré al almendro
y bajaré corriendo.
Iré a la Herrería Cazorla;
veré de nuevo los trompos
con clavo nuevo.

Con Ta Man atizaré con fuelle
la vieja fragua,
de donde saldrá el aro
que cubrirá la rueda
para llevar la carreta.

Regresaré a la esquina,
doblaré hacia el sur,
hasta llegar a la rivera del mar.

Más abajo, tocaré la vieja puerta.
Mis abuelos dirán: “Te tardaste mucho”.

Cerca habitan los López
y los Gurrión.
Estaré tranquilo.
Descansaré, durmiendo profundamente…


EL DATO.-

José M. Torres nació en Juchitán. Caminó por sus calles, cuando eran de tierra. Conoció a los grandes personajes, como el General Charis y a los patriarcas y matriarcas de las viejas familias zapotecas.

La muerte le sorprendió en tierras lejanas. Hace pocas semanas sus cenizas retornaron al terruño, para reencontrarse con los suyos...



[Poema publicado en Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos ―Año II, N° 90, Dom 27/Abr/2014―, suplemento cultural del Comité Melendre en EL SUR, diario independiente del Istmo. Se autoriza su reproducción siempre que sea citada la fuente.]