La sociedad civil juchiteca dialoga…

Los partidos políticos mexicanos están cada vez más desacreditados. Las organizaciones sociales autodenominadas de izquierda y/o populares han caído en el mismo descrédito al haberse contagiado de iguales prácticas nocivas de aquéllos.
Tal diagnóstico aplica al caso istmeño, importante región de nuestro país en la que los institutos políticos luchan por los cargos más que por influir positivamente en sus comunidades. Prácticamente todas las poblaciones istmeñas, sean zapotecas, huaves, chontales o zoques, terminan decepcionadas de sus gobernantes.