Los residuos del terremoto

Luis Manuel Amador

Antes de los terremotos de septiembre, en el Istmo no se separaba la basura. Hoy, en esta región de gastronomía singular y mundialmente reconocida, la alimentación ha tomado forma de latas, bolsas, envolturas, sobres, envases de pet enviados con el cariño y buena fe de muchos donantes. Sin embargo, es necesario que este cúmulo de ayuda diversa, o más bien sus secuelas, también comience a preocuparnos. Al poder innegociable de la naturaleza debemos responder con la ciudadana sensatez para atender nuestros residuos. Lo que le damos a la Tierra, ella nos lo devuelve y lo multiplica. 

Río de las Nutrias, a la altura de Ixtaltepec
¿A dónde irán a parar estos desechos? ¿Podemos reducir el impacto ecológico que significan? ¿Será posible hacer de éste un parteaguas para racionalizar y separar nuestra basura de una vez por todas?

Si bien no hay una política pública en los municipios del Istmo que obligue a separar la basura, tampoco hay, siquiera, el servicio de recolección otrora resuelto por los famosos carretones. La mayoría de los ayuntamientos de las poblaciones afectadas no respondió siquiera a lo que se esperaba en materia de solidaridad o ayuda humanitaria. Mucho menos se puede esperar a que respondan en asuntos sobre el manejo de los desechos. 

Por lo pronto, al igual que en la solidaridad donde la sociedad civil rebasó a las autoridades, los residuos consecuencia de la invaluable ayuda humanitaria, están preocupando a la población antes que a los funcionarios. Hay quienes, como los integrantes del Comité Melendre y la Junta Vecinal Guendalisaa, están formando comisiones para separar los residuos: orgánicos (vegetales, papel y otros), inorgánicos (plástico, metal, vidrio). Lo anterior, al menos servirá para reducir los negativos efectos sanitarios que, al parecer, las lluvias y el calor comienzan a convocar, y a pesar de que, quizás, todavía no haya llegado el tiempo en que las autoridades, puedan dar una respuesta oportuna a las iniciativas que la sociedad demanda y ha demandado siempre.

¿Qué rumbo seguiremos al respecto? El que determinemos durante los siguientes días...

Escombros de viviendas destruidas en Ixtaltepec, colocados a un costado del lecho del río.